¿De que sirve afanarse, apurarse a tener algo que solo tendremos por un corto periodo de tiempo, que pasara de moda, se vencerá o se dañara? Tanto afán y tanto apresurarse no sirve de nada, lo único que deja es el cansancio, por eso todo tiene su tiempo, para que lo que toque vivir o tener se disfrute al 100% y de la manera adecuada.
La vanidad y el afán son cosas que nunca se satisfacen, suena paradójico esto, pero en hay personas que pretenden tener mucho, pero en verdad no tienen nada, no tenemos nada, llegamos desnudos y sin pertenencias a este mundo y nos vamos tal como vinimos, desnudos sin nada de lo que con tanto esfuerzo obtuvimos, podemos perder las pertenencias físicas en un momento, o la vida en un instante, por eso debemos disfrutar de lo que tenemos y no acumular hasta el punto de no disfrutar lo que con el esfuerzo se adquiere.
Debemos reflexionar, no nos apeguemos a lo pasajero, a lo material, a diario se ven en las noticias personas asesinadas por resistirse a un robo; ¿De verdad creen que la vida vale una bicicleta, un teléfono, un carro u otra pertenencia? Lo material lo podemos recuperar, pero la vida no, hoy tenemos algo y mañana puede que no, solo cuando se tenga la suficiente madurez para apreciar nuestra vida sabremos que valemos y merecemos mas de lo que tenemos y lo que nos esforzamos.
Mediten en estas dos frases que cito del libro bíblico de Eclesiastes...
Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
Del polvo venimos y al polvo volveremos
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