No hay un precio para nuestra vida, todos somos únicos, todos tenemos un talento, un don, quizás algunos no lo hemos encontrado, pero con ciertos esfuerzos lograremos desempeñarnos, hacer, sentir y querer lo que más nos gusta. Las dificultades, los errores, las pruebas y las caídas es algo que se ve todos los días, y no es necesario el usar métodos de castigo, e incluso hasta la muerte como alternativa, cada vez que a la mente vengan esos pensamientos negativos y esa decepción sobre nuestra persona hay que recordar, (es preferible errar haciendo mucho que no errar pero no hacer nada) cada día hay que buscar algo que hacer para mantener a nuestra mente ocupada y no ociosa. Ahora que disponemos de la tecnología, los medios de comunicación, el internet, tenemos una gran ventaja así como una desventaja, la ventaja es la facilidad para informarnos y buscar como nos podemos desempeñar y hacer lo que más nos gusta, y la desventaja es que con publicidad bombardean las mentes de las personas, sobretodo a los más jóvenes, ¿Qué enseña la gran mayoría de la publicidades?;
La promiscuidad
La vida acelerada
El alcoholismo
Las drogas
La vanidad etc, si la persona no sigue el paradigma que marca X anuncio, publicidad o página entonces no está en nada, esto ha llevado al declive de gran parte de la sociedad, cuando no adquirimos lo que está de moda, o no tenemos lo que creemos que queremos, empieza a venir la depresión o como ahora se le llama... "depre". ¿Queremos ser igual que los demás o únicos?.
El mundo esta "patas para arriba", ya no se sabe identificar que es lo bueno y que es lo malo, el solo hecho de imaginar un mundo igual, donde la moda que la TV o el internet diga es la que se va a usar, es algo inaceptable, por eso quiero dejar claro que no es la moda o la opinión de las amistades erróneas lo que determine tu estado de ánimo, sino lo que tu corazón, lo que las personas sabias y verdaderas aconsejen para mejorar tu vida y así hacerte reflexionar cada día sobre lo valiosa y lo importante que es tu vida para las personas que te rodean y para el mundo.
El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante. Proverbios 12:1
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